Publicado el 21 de abril 2016  
| Artículo Original en: http://www.elmundo.es/salud/2016/04/21/5717c5de22601d8d028b45c9.html


Enfermero de vocación, luchador 24 horas al día, entusiasta a jornada completa y en sus ratos libres le da a la bicicleta. En sus ratos libres por no decir que está recorriendo 10.000 kilómetros en bicicleta sin estómago, colon, recto ni vesícula biliar, trasladando allá a donde va un mensaje muy importante: “No lo pienses, ¡hazlo!”. Él es Juan Dual (@dualcillo), valenciano de 31 años que a los 13 fue diagnosticado de poliposis familiar múltiple y desde entonces no ha dejado de luchar. Y ahora cuenta su historia desde el sillín y a pedales.

Para Juan ha sido una década de constantes visitas al hospital, de habituales pruebas médicas, tratamientos e intervenciones. La poliposis familiar múltiple es una enfermedad hereditaria que puede afectar a uno de cada 10.000 individuos portadores de mutaciones en el gen APC, el que hace aparecer unos pólipos -bultos- en el intestino que hay que controlar exhaustivamente para que no den lugar a cáncer de colon. Puede afectar tanto a hombres como a mujeres y existe un 50% de probabilidades de transmitir dicho gen a sus descendientes.

No todos los pacientes presentan las mismas manifestaciones y número de pólipos, pero prácticamente el 100% de ellos terminará por desarrollar un cáncer colorrectal en el caso de no operarse, explica el doctor Eduardo García Granero, jefe de la unidad de cirugía general y digestiva del hospital Universitario y Politécnico La Fe de Valencia, es además quien llevó el caso de Juan.

En el entorno familiar de Juan, su abuela y dos de sus tíos fallecieron por el cáncer; su padre lo padeció y lo superó; y cuatro de sus siete hermanos son portadores de esta mutación genética en APC. Pero Juan es el único que se ha sometido a intervenciones. La primera operación tuvo lugar el 11 de marzo de 2005, cuando le quitaron el recto y el colon, tenía entonces 19 años. En 2012 volvió a entrar en quirófano, esta vez para extraerle el estómago. Cuenta que “la vesícula biliar fue una complicación paralela” y tuvieron que extirpársela en agosto de ese mismo año.

El doctor García-Granero expresa que ante la poliposis familiar múltiple “la intervención quirúrgica es necesaria”. Se pueden realizan distintos tratamientos: “la proctocolectomía total restauradora, en la que se practica una extirpación del colon y el recto preservando el ano y uniéndolo al intestino delgado para que asuma la función de recto”. Señala que en algunos casos “el recto puede presentar menor número de pólipos lo que permite una cirugía más conservadora como la colectomía total con anastomosis ileo-rectal”, se trata de una cirugía menos frecuente en la que se extirpa el colon conservando el recto, esta operación tiene mejores resultados pero para realizarla es requisito muy importante que el recto esté sano o con un número de pólipos inferior a diez y habría que someter al paciente a una colonoscopia anual para observar su evolución tras la intervención.

De Nicaragua a la Patagonia

Es hasta hace poco que Juan ha salido de esa etapa hospitalaria y de recuperación, cuando decidió ponerse en forma. Y echó a correr. “Tantas intervenciones me dejaron destrozado y me di cuenta de que correr me estaba sentando muy bien“. Se puso a prueba en varias carreras y participó en la media maratón de Barcelona. Aunque correr le hacía sentirse bien, su carrera de enfermero ya no le llenaba y en esos momentos de su vida, afirma, necesitaba sentirse útil. Para cuando quiso darse cuenta, en agosto de 2015, se mudaba a Inglaterra a trabajar, y mientras cumplía con su jornada como camarero y corría en algunas carreras, empezó a considerar la idea de saltar el charco.

Siempre había tenido presente hacer un voluntariado en Nicaragua pero fue gracias al impulso de un amigo suyo que le dijo que debía hacer algo “loco y atrevido con su historia”, que se decidió a hacer las maletas, con consentimiento o no de sus médicos o familia, y el 6 de septiembre llegó a Nicaragua. Cuando acabó el voluntariado en una escuela del país empezó a pedalear. Su meta: Ushuaia, la Tierra del Fuego, en Argentina, pero apuesta a que hará muchos más kilómetros. En cada lugar se detiene y observa idílicos paisajes. Se dedica a conocer gente, sobre todo personas a las que puede ayudar y transmitir fuerzas.

Desde ese 15 de noviembre, cuando salió de Nicaragua para emprender su reto, ha pasado por siete países y muchas ciudades: Nicaragua, Costa Rica, Panamá, Colombia, Ecuador, Chile y Perú. Juan explica que su misión no es solo recorrer Latinoamérica en bicicleta, sino que se está conociendo así mismo en el camino. Entre parada y parada queda con periodistas para compartir su experiencia; con pacientes oncológicos y sus familiares, y también con otras personas a las que inspira. “Yo les ayudo y al mismo tiempo ellos me ayudan”, es gracias a todo ese apoyo que recibe y a todos esos mensajes que aparecen de la nada y proceden de todas partes, por lo que está decidido a llegar hasta el final. Y una vez en el final, seguir hacia adelante.

Kilómetros por la causa

En cuanto a restricciones médicas, el ejercicio no es una de ellas, por lo menos no para él, pero sí las dietéticas. “Es importante una dieta pobre en fibra para disminuir el volumen de heces y una ingesta hídrica abundante pues existe riesgo mayor de deshidratación en casos de padecer fiebre o realizar esfuerzo físico extremo”, explica el doctor García-Granero.

La experiencia de Juan en Colombia fue algo desastrosa al tener que permanecer casi un mes entero en el país por una intoxicación alimentaria. El deporte favorece el tránsito y las digestiones pero tiene que vigilar lo que come y evitar alimentos copiosos y ricos en grasas porque podría llevarle de cabeza al hospital. A pesar de todo, su larga estancia en Colombia le ha permitido conocer más el país y enamorarse de Bogotá, ciudad a la cual afirma que volverá tarde o temprano.

Juan Dual puede hacer posible este reto gracias a los ahorros con los que cuenta, a la amabilidad de las personas que le ofrecen un techo, a sus patrocinadores, a las donaciones en su web Running for life y al crowdfunding. Uno de sus patrocinadores, Seguros Sura, con la web colombiana Biko, han lanzado una campaña para ayudar al joven valenciano en su lucha contra el cáncer, de este modo distintos ciclistas colombianos pueden donar sus kilómetros recorridos para financiar la causa de Juan.

A día de hoy se encuentra recorriendo Perú, deseoso de aterrizar en Cuzco y coronar una de las maravillas del mundo, el Machu Picchu. Estima que su viaje se alargará por lo menos hasta junio, aun le deparan muchos kilómetros, en los próximos meses pedaleará también por Bolivia y Argentina, llegando a la tierra prometida: Ushuaia. Todavía no ha culminado su aventura y ya está planeando sus siguientes retos, como la maratón de Nueva York. Tiene claro que nada le va a detener, “cuando alguien escucha la palabra cáncer se asusta, siente miedo. Deberíamos ser nosotros los que manejemos la situación, no dejes que la enfermedad te domine, domina tú la enfermedad. Y todo cambiará. Y de repente podrás hacer locuras”. Y de repente quizás podrás recorrer 10.000 kilómetros en bicicleta, como Juan Dual.

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