Lo que más me gusta de Jamaica, salvaje como ella sola, es su combinación de playa y naturaleza. Escarbando entre caminos a veces demasiado hostiles (aquí lo de asfaltar carreteras no se estila mucho), de pronto puedes encontrarte pequeños paraísos sumidos en la calma y quietud de una isla que lo tiene todo. Todo menos carreteras asfaltadas, pero no problem, esto es Jamaica (para todo aquello inusual o extraordinario, ya sea bueno o malo, los jamaicanos se excusan siempre con “no problem, this is Jamaica”).
No todo el lujo jamaiquino se encuentra en los resorts, sino en el don de transformar una experiencia en un momento único. Los paisajes conceden esta oportunidad de pararse a respirar y resetear la mente. Ocho Ríos está plagada de rincones para reiniciar el alma.
La pequeña ciudad, ubicada en la parroquia de Sant Ant, es para algunos la ciudad más cultural de la isla, además resulta ser un lugar de antalogía histórica, no solo por ser ciudad de tradición pesquera, sino también porque se cree que este fue el primer territorio que pisó Cristóbal Colón cuando llegó a la isla. Su mercado es exquisito, en el que puedes pasear y evadirte por horas. Los jamaiquinos son gente muy charlatana y todos tratarán de conversar contigo, a menudo para venderte algún producto y otras veces solo interesados en saber acerca de tus experiencias en la isla.
Rincones para reiniciar el alma hay muchos en la ciudad, de esos que embelesan y enamoran. Quizá las playas no son las más largas ni las más azules pero también ofrecen esos momentos de ensimismamiento dignos de recordar. La fuerza del agua en Ocho Ríos ha dibujado un paisaje extraordinario en los albores de la ciudad, tal como las atracciones de Blue Hole o Konoko Falls de Dunn’s River. Lo mejor de todo es que se pueden disfrutar de la manera más saludable y divertida: escalándolas, bañándose en sus aguas e incluso saltando desde las rocas. Una excursión para disfrutar como niños.
Por decantarme elijo Blue Hole ya que es una excursión más larga y más intensa cuyo punto clave culmina en un pequeño agujero de aguas más azules que el mismo Caribe. Blue Hole es una sucesión de cascadas, caminos, cuestas y vegetación espesa que se multiplica a ambas laderas del río. Hay dos formas de hacer el recorrido, contratando un guía conocedor sumun del terreno que presta su ayuda para subir, trepar y bajar entre las rocas y caminos (es asombroso observar a los guías trepar las cascadas y lanzándose en picado desde lo más alto), o bien, si eres aventurera como yo, puedes hacerlo por libre (aunque yo no escalo cascadas, todo hay que decirlo).
Realmente me aventuré a hacer la excursión sola porque iba acompañada por dos amigos, mi amigo Omar de Australia y Akeel de Trinidad y Tobago. Admito que en algunos tramos es necesaria ayuda de una mano ajena, no es que sea un trayecto duro pero en ocasiones debes usar una cuerda o mojarte de pies a cabeza para ascender de nivel. Si se realiza esta excursión con niños es conveniente contratar a un guía, como decía son excelentes escaladores y además ofrecen chaleco salvavidas y zapatos adecuados para no resbalar.
Con sus subidas y bajadas, sus terrenos resbaladizos y las corrientes de agua, es una escapada que merece completamente la pena si te gusta el ejercicio y los parajes naturales. La naturaleza allí es asombrosa, con animales campando a sus anchas y se pueden avistar especies de pájaros, insectos y plantas tropicales.
Para llegar a Blue Hole hay que coger un taxi, está a unos veinte minutos conduciendo desde la ciudad de Ocho Ríos y el trayecto sube entre montañas y caminos nuevamente no asfaltados. Nosotros cogimos route taxi porque es la opción barata, unos 400 dólares jamaicanos que es el equivalente, más o menos a tres euros o dólares americanos. Coger otro taxi cualquiera puede fácilmente costar unos 20 dólares americanos así que merece la pena compartir un route taxi.
Una vez en Blue Hole la entrada cuesta 15 dólares americanos y contratar un guía ronda entre 50 y 70 dólares. Personalmente me gustó hacer la excursión por libre, puedes tomártelo con calma ya que no hay un limite de tiempo para permanecer en el lugar y es magnífico sentarse en una roca a observar las cascadas y el flujo del río sin prisas y saltar desde las rocas, nadar tranquilamente, tomarte una cerveza bien fría o pasear, perderse y comprar regalos. Muy recomendable el uso de escarpines para poder recorrer con más facilidad algunos tramos. Allí mismo pueden alquilarse por 500 dólares jamaicanos.
Lo que más me gusta de este enclave es su poco arraigo comercial, apenas hay un bar donde hacer un pequeño break para degustar cócteles y cervezas típicas de la isla (Red Stripe y Dragon) y un par de pequeñas tiendas artesanales en las que comprar recuerdos, cuadros y artesanía hechos y pintados a mano. Además es muy agradable conversar con los tenderos. A pesar de ser una de las atracciones más demandadas en la ciudad no está a rebosar de turistas, esto es porque Ocho Ríos no es una ciudad turística en sí, lo es por el hecho de que es parada de cruceros, los cruceristas llegan por la mañana y regresan al barco a medio día, pero en días en los que los cruceros no atracan es posible no avistar a esa extraña especie colonizadora denominada turista (yo formo parte de ese clan). Por lo que depende de la época del año Blue Hole no está masificado como otras atracciones turísticas, tales como las playas.
¿Qué necesitas para visitar Blue Hole?
Bañador, zapatos adecuados que puedan mojarse (allí se pueden alquilar), toalla y cámara.
¿Cómo llegar?
Puedes tomar route taxi desde la ciudad de Ocho Ríos (2,5 euros) o bien contratar un taxi personal (unos 20 o 30 euros). Desde Ocho Ríos hasta Blue Hole son 20 minutos, desde Falmouth una hora y desde Montego Bay dos horas aproximadamente.
¿Dónde comer?
Dentro del enclave natural no es posible comer, solo hay un bar que sirve snacks y bebidas frías, pero saliendo a la carretera hay restaurantes típicos jamaicanos y puestos a pie de calle donde comer el plato estrella: Jerk Chicken.
Después de un artículo tan bonito ya estoy deseando ir a Jamaica.
Enhorabuena Rocío.
Hola,
me gustó mucho como relataste todo, era lo que estaba buscando sobre cómo llegar… una pregunta, cuánto tiempo dura hacer el recorrido y llegar y luego disfrutar del lugar?, porque yo voy en crucero y solo tengo unas horas.
Gracias por tu ayuda
Hola!
Esta es una de las excursiones preferidas por los cruceristas que paran en Ocho Ríos, la excursión la puedes hacer tan larga como quieras, pero recorrer las cascadas con guía te lleva 45-60 minutos, por libre lo mismo, lo que pasa es que tienes más libertad de deternerte y bañarte más tranquilamente en las aguas de este maravilloso lugar!
Te lo recomiendo cien por cien, es una de las mejores cosas que hacer en Ocho Ríos a parte de visitar el mercado!