| Artículo original en: http://viajes.elmundo.es/2016/01/22/espana/1453470412.html


Del 15 al 19 de marzo prepárate para contagiarte de una auténtica locura. Te damos algunos consejos para exprimir al máximo la fiesta valenciana que aspira a formar parte del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco.

Hacia el siglo XVIII se creía que ya habían indicios de esta festividad cuando los carpinteros quemaban en las plazas el parot, instrumento de madera que sostenía un candelabro con el que los maestros de la madera trabajaban por las noches. Pero una cosa está clara, todo comenzó quemando una estoreta insignificante y ahora la ciudad entera arde en flama.

Tres claves: ni todos los valencianos son falleros, ni es una fiesta religiosa, ni mucho menos consiste en quemar ninots indiscriminadamente. Hay algo más en todo eso.

1. La Mascletà

Senyor pirotècnic, pot començar la mascletà. Esta es frase que la Fallera Mayor pronuncia desde el palco del Ayuntamiento, acompañada por toda su Corte, cuando miles de personas se aglutinan como sardinas en lata en la plaza del Ayuntamiento para presenciar un concierto único, poco musical pero igualmente capaz de poner la piel de gallina. Todos los días de marzo, a las 14:00 de la tarde, un estruendo tras otro tiñe el cielo de estrellas de humo; hace vibrar la ciudad en un terremoto improvisado y llueve pólvora brillante sobre los edificios. Cada extremo de la ciudad, e incluso los pueblos colindantes, se estremecen al unísono en un espectáculo que jamás llega tarde a su cita.

Consejo: llegar una hora antes a la plaza del Ayuntamiento; cuando empiece el espectáculo verás como a tu alrededor todos entreabren la boca; imítalos para no quedarte sordo.

2. El caloret faller

Es bien sabido por todos los valencianos, que en febrero, cuando aun quedan varias semanas para que empiece nuestra fiesta, si sale un día soleado, siempre se dice que: “parece día de Fallas”. Y es que el caloret faller no lo puso de moda Rita Barberá (por equivocación, al pegarle una patada al diccionario valenciano). El buen tiempo es inherente a la fiesta valenciana. La fiesta de la luz, del fuego, del color. Por supuesto que no puede faltar ese sol de marzo, esplendoroso y radiante.

Consejo: manga corta, pañuelo en el pelo y gafas de sol.

3. La despertà

Este acto no es mi favorito ni por asomo, mucho menos después de una noche de fiesta en las verbenas y carpas que se asientan por toda la ciudad. Llegas a casa después de muchos bailoteos, mucha cassalla en el cuerpo y un cerebro que ha menguado en consecuencia. Solo quieres litros y litros de agua y dormir hasta decir basta. En tu dulce y reponedor sueño y en el momento en el que empieza a amanecer, la ciudad es invadida por locos valencianos armados con petardos y masclets. Y lo que parece un bombardeo en toda regla no es más que la despertà. Un sueño truncado y una fiesta que desarma, sorprende y engatusa. Las Fallas son así: no dormir en cinco días.

Consejo: café, tapones, insonoriza la habitación o alójate lejos, en un pueblo a unos 60 kilómetros. Aunque para eso, no vengas a las Fallas.

4. Ni Forrest Gump corrió tanto

Es preferible que no uses el metro durante las Fallas sino quieres sufrir las consecuencias de un aplastamiento que al entrar al vagón será inminente. Durante la semana fallera no cabe ni un alfiler más en la ciudad, el gentío se agolpa entorno a los monumentos falleros que se encuentran por todas partes, por lo que el mejor consejo es que utilices esas piernas con las que te premió la vida y salgas a patear la ciudad. ¡Si en Valencia está todo a mano! (o alejado de la mano de Dios). De todas formas, te tocará andar y mucho. Las Fallas son unas fiestas de zapatillas. Aquí, a Dani Martín, le dejarían entrar sin problema. Aunque deberá ponerse el mocaoret en el cuello, sino, igual si que le miran mal…

Consejo: zapatillas, tiritas y pies de repuesto.

5. Una churrería en cada esquina

Las Fallas traen muchas cosas consigo. No es solo una fiesta en la que andar mucho, escuchar ruidos ensordecedores, ver a mujeres y a hombres con trajes tradicionales y ver quemar a los ninots de forma indiscriminada. ¡No! Las Fallas contemplan la perfecta ocasión para zamparse una rica paella al rico sol; de reirse a carcajada limpia visitando los monumentos falleros, muchos de ellos son sátiras y humor; de ver como el cielo se ilumina con castillos y fuegos artificiales, formando figuras que creías imposibles; y premiarse con buñuelos de calabaza y chocolate caliente cuando tus pies ya no responden a otro baile, ni a otra canción. ¡Cómo nos encanta que haya una churrería en cada esquina de la ciudad!

Consejo: en la ciudad proliferan locales y puestos ambulantes que venden churros, buñuelos, chocolate caliente y otras delicias gastronómicas, prueba los que hacen en Santa Catalina o en la Horchatería Fabián, las dos ubicadas en el centro de la ciudad.

6. De los buñuelos a la paella

Es que hablar de buñuelos me ha dado hambre de paella. Que, por cierto, la paella puede llevar, de manera permisible, pimiento, pero bajo ninguna circunstancia lleva guisantes, ni cebolla, ni cerdo… ¡eso es toda una aberración! He visto, ojo al dato, sandwiches de paella en Londres que eran para tirárselo al chef a la cara. Todo lo que se salga de los estrictos ingredientes de la paella no es paella, es arroz con cosas. Fin.

Consejo: los casales falleros suelen organizar concursos de este plato típico, además de la habitual Paella gigante que se realiza cada año en estas fechas, pruébalas todas ¡barra libre de paella! Otra opción es ir a uno de tantos restaurantes que elaboran exquisitas paellas, como en el Nou Racó, situado en el privilegiado entorno bañado por la Albufera. Bon profit.

7. La Nit del Foc

Tiene lugar en la madrugada del 19 de marzo, vísperas de San José y de la tan poco esperada Cremà (poco esperada porque significa que acaban las fiestas), y es el castillo de fuegos artificiales más impresionante que se dispara al cielo y que tiene una duración mayor que el resto de los que se lanzan en cualquier otro día fallero. Es un espectáculo mágico que no deberías perderte.

Consejo: si tienes oportundiad busca un balcón desde el cual ver los fuegos artificiales sin cabezas de por medio. Sino, evita el centro y aléjate por la Alameda y el cauce del río, busca una explanada y llévate una silla para ponerte cómodo. Es un espectáculo impresionante… y también, impresionantemente largo. Agradecerás lo de la silla.

8. Ofrena a la Cheperudeta

Valencia es la tierra de las flores. Y de la luz. Y del amor. Así dicta la canción. Y por ese motivo, la Ofrenda a la Virgen de los Desamparados, patrona de Valencia, conocida cariñosamente como la Cheperudeta es otro de los actos culminantes que más emocionan. Una Cheperudeta de madera aguarda en la Plaza de la Virgen la llegada de los falleros que portan ramos de flores. Éstas tienen la misión de formar un manto florido sobre el cuerpo de la virgen. El resultado es épico y hermoso.

Consejo: este evento tiene lugar el 17 y 18 de marzo, los recorridos discurren por la Calle de la Paz y la Calle de San Vicente. El consejo es que vayas a verlo porque es uno de los actos más multitudinarios donde descubrir en esencia la magia de las Fallas.

Otros actos imprescindibles:

  • Mascletàs: todos los días, desde el 1 de marzo hasta el 19 a las 14:00 horas en la Plaza del Ayuntamiento.
  • La Cridà: este acto tiene lugar el 28 de febero, es el llamamiento a todos los falleros y valencianos a celebrar Las Fallas.
  • La Plantà: es el día en el que se levanta el monumento fallero. El día 15 de marzo tiene lugar la de las fallas infantiles; y el 16 el del resto de las fallas.
  • Exposición del Ninot: desde el 5 de febrero hasta el día de la plantà, es decir, hasta el 15 de marzo, puede visitarse esta exposición en el Museo de las Ciencias. El mismo día de la plantà se conoce cuál es el ninot indultado, aquel que no arderá en la cremà de la noche del 19 de marzo.
  • Ofrenda: los días 17 y 18 de marzo las distintas comisiones falleras desfilan hasta la Plaza de la Virgen para entregarle ramos de flores a la patrona de Valencia.
  • Nit del Foc: en la madrugada del 19 de marzo se dispara al cielo el espectáculo pirotécnico más esperado de todos. Los días previos también hay fuegos artificiales de menor duración.
  • La Cremà: el 19 de marzo, día de San José, tiene lugar el último y más emotivo acto de Las Fallas, la Cremà, primero queman las infantiles, después el resto de fallas y por último la del Ayuntamiento.
  • Verbenas: durante la semana fallera, todas las noches las carpas y casales falleros montan verbenas. También se celebran conciertos, cabalgatas y otros actos.
  • Consulta el calendario fallero 2016 en www.fallasvalencia.es

| Más información en www.fallas.com y www.turisvalencia.es

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